Por:
Manuel Vásquez García
Grupo 10°.1
Las grandes batallas
de un guerrero, son reserva de buenas y malas acciones; como seres humanos,
aquellos considerados ganadores también tienden a equivocarse y cometen errores;
pero por esto, no dejan de ser ganadores, ya que con sus buenas acciones
siempre tratan de enmendar y hacer las cosas de la mejor manera.
Un ganador puede
perder, sucumbir ante los penetrantes golpes de la vida y el destino; pero aún
así, sigue siéndolo, porque a pesar de su derrota siempre puede contar con una
cualidad, la voluntad; y con un
pensamiento, esperanza. Sí, es una voluntad imprescindible, la cual le permite
caer pero no le permite rendirse. Llega a trascender y nunca deja de
intentarlo, porque puede ver su camino hacia el éxito irradiado por la luz de
la esperanza, una chispa que puede convertirse con el paso del tiempo, en una
llamarada de calidez que sana los dolores, y suaviza de alguna forma las
heridas de la dificultad o endurece a la persona.
La vida es un ring de
boxeo, un campo de batallas, la arena de los gladiadores, de aquellos que
permanecen, sólo de aquellos que permanecen, libran sus batallas, dan su pelea
y aunque pierdan, una, dos, tres o miles de veces, siguen dejándolo todo para
ganar sus duras batallas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario